Anoche me
quede conversando con ella hasta altas horas de la noche, tuve que esperar que
me dijera que tal estuvo su salida repentina, mi experiencia siempre es muy
distinta a la de ella y sé que Luciana siempre tiene algo más que contar.
FuÍ por una
taza de café para que se me quitara un poco el sueño y poder escuchar toda la
historia de la noche.

Luciana: “Me
fascino verlo nuevamente, aunque no me sentí cómoda y por ratos hasta tenía
ganas de acercarme y robarle un beso, quería saber si aun la diversión podría continuar,
pero no tuve el valor, tú tienes una mirada muy fuerte y hoy me diste miedo”.
Seguí
escuchando su relato y por alguna razón empecé a recrear en mi mente que hubiese
pasado si la dejaba actuar como siempre, que sáque esa personalidad que a mí me
encanta, pero que a su vez me llena de problemas.

Luciana: Quiero tenerlo nuevamente, poder
enviciarme de sus labios, porque ya
sabes que lo prohibido es mas excitante, pero verte me causó cierta intriga del
famoso “¿que pasara si lo hago?”, por eso no hice nada y atine a seguir tomando
y dejar que mi borrachera consiente actuara un poco.
Aunque tanta
historia no me haya dejado mucho placer que digamos. Igual en mi lista de
amantes no hay mejor besador que él.
A
mí me tenía fascinada que un hombre pudiera llevar una doble vida sin que nadie
lo descubriera nunca, y menos, la que decía conocerlo bien y verlo a diario. No
me cabía en la cabeza. Pero así era.
No la nómbro a ella porque simplemente sería innecesario e hipócrita nombrarla por lo que paso. La vida te presenta caminos y te enseña que no todo esta planeado, que ella puede decidir tu destino y cambiar el pasado en menos de lo que te imaginas.
Los días fueron pasando, como el tiempo que nos
tocaba estar juntos, cada ves era más difícil disimular que esto se me iba de
las manos, que el deseo estaba creciendo, como lo que yo estaba sintiendo.
No era amor era atracción sexual, esas ganas de
tenerlo por unos minutos eran inmensas, siempre es así cuando me involucro en
una historia nueva.
-La seguí escuchando y solo me quede
callada…
Luciana: Hasta que el día
llego, desde el momento en tus labios rozaron los míos sentí que ya todo estaba
perdido, que el tiempo era pasado, y lo presente era que estabas en mi mente.

El presente se volvió pasado y futuro, una relación se cambio por otra, pase a ser amantes sin importar el tiempo que me podías dar. Me terminaste mostrando un mundo que solo estaba en mi mente pero no en mi realidad.
El deseo volvió para despedir el tiempo, la piel se
llamaba, mi alma te gritaba que te necesitaba, tus manos rozaban mi piel tu
boca recorría mi cuerpo, el placer y la lujuria se hicieron presente, dejando a
un pasado de lado, buscando un futuro candente, en el que terminarían tus manos
rozando mi cuerpo, y las estrellas mirando el presente.

Ahora un silencio se unía en complicidad con mi mente, tenia
que saber mas de esto, una historia que creo yo estoy frenando, la dejo pecar
nuevamente o simplemente sigo siendo la jueza de su vida y la freno como hasta
ahora.
Aunque no puedo negar que verla hacerlo me encanta…
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